¿A quién se le ocurre escuchar Led Zeppelin?

Con tanto trabajo que tengo y este mi vecino pone, Stairway to heaven, acordes tan disonantes que evocan en mi mente mis días de universitario cuando nada era armónico, eran días en que tenía clases desde las siete de la mañana hasta las una de la tarde y otros muy distintos en los que mi único oficio era rasgar las cuerdas de mi guitarra, mi guitarra, Maruja... Ella me acompañó en momentos difíciles, me enseñó a perderme en mis pensamientos, hoy está guardada en el armario del cuarto de atrás, sin su funda, y mis dedos aprendieron a tocar otras cuerdas, soy tan desagradecido que no la busco porque no la necesito, pero no la necesito porque ahora estás tu, que eres la mejor cuerda que han pulsado mis labios. Maruja sabrá comprenderme.

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